Un avión de Delta Airlines, con 130 pasajeros a bordo, aterrizó en la base estadounidense de Ellsworth, en Dakota del Sur, este jueves por la noche, según ha explicado este sábado un portavoz de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte, que está investigando el incidente. Su destino previsto inicial era el aeropuerto de Rapid City.
Ellsworth se encuentra a 16 kilómetros al norte del aeropuerto regional de Rapid City. Los dos aeropuertos tienen pistas que están orientadas prácticamente de forma idéntica, de noroeste a sureste. Un pasajero, entrevistado por el Rapid City Journal, ha explicado que él y sus compañeros de viaje tuvieron que esperar unas 2 horas y media en el avión en Ellsworth, donde se les ordenó de correr las cortinas de la ventana para no molestar al personal militar armado de la zona.
Esta no es la primera vez que los pilotos confunden el aeropuerto de Rapid City con la base de la fuerza aérea. En 2004, un vuelo de Northwest Airlines, con 117 pasajeros a bordo, también aterrizó en Ellsworth por equivocación. El avión permaneció en el suelo durante más de tres horas.
Peor fue lo que le sucedió a un Boeing se Southwest Airlines, que se detuvo a centímetros de un barranco, en una pista corta de Hollister, Missouri. El vuelo tendría que haber aterrizado en el cercano Branson.
Delta ha contactado con los pasajeros afectados y les ha ofrecido “un gesto de disculpa por las molestias”, a través de un comunicado. La tripulación se ha apartado del servicio hasta que las autoridades investiguen qué ha sucedido realmente. “Delta cooperará completamente con la investigación y ya ha comenzado una revisión interna”, aclara el comunicado.
Por su parte, la Fuerza Aérea explicó en otro comunicado que “siguieron los procedimientos adecuados para hacer frente a la situación” y aseguraron la seguridad de las personas en la base y la de los pasajeros.
Los aterrizajes en aeropuertos equivocados por pilotos comerciales son más comunes de lo que las aerolíneas desean reconocer. En una investigación de hace dos años, Associated Press encontró que, desde principios de 1990, al menos 150 vuelos comerciales habían aterrizado en aeropuerto erróneos. De esos, 35 estaban mal documentados y 23 ocurrieron en aeropuertos con pistas cortas, creando posibles problemas de seguridad. En la mayoría de los casos, los incidentes suceden por la noche y los pilotos fueron aprobados por los controladores de volar sobre la base.
