El Tribunal Penal de Dubai condenó a una banda de tres asiáticos a cinco años de cárcel seguidos de la deportación por cargos de trata de personas.
Los acusados obligaron a una empleada doméstica a trabajar como prostituta después de que le enviaran mensajes por Facebook donde le informaban de una oportunidad de trabajo a cambio de un salario alto.
El incidente tuvo lugar en el área industrial de Al Quoz, donde la joven presentó una denuncia de que una pandilla la mantuvo en un apartamento donde la obligaron a trabajar como prostituta. Según la declaración de la demandante, llegó a Emiratos Árabes Unidos en 2021 con un contrato laboral para trabajar como empleada doméstica para una familia. Estuvo en el trabajo tres meses, durante los cuales conoció virtualmente a una chica asiática en Facebook, quien le dijo que era residente de EAU y que tenía una oportunidad de trabajo para ella con un salario superior.
La víctima agregó en los interrogatorios que decidió huir de su patrocinador para trabajar en la oferta que le comentó su amiga y acordó encontrarse con ella cerca de la casa de su empleador. Allí, sin embargo, fue sorprendida por otra persona que alegó que venía a llevarla con su amiga, pero en cambio la trasladó a un burdel y le dijo que su nuevo trabajo sería dentro del apartamento.
La víctima declaró que se negó a trabajar como prostituta y trató de escapar, pero dos de los acusados, una joven y un hombre, la agredieron y le dijeron que la compraron por 6.000 dirhams al primer acusado.La víctima permaneció dentro del apartamento durante un tiempo y se le permitió usar su teléfono móvil solo para llamar a sus padres en el extranjero. Agregó que intentó escapar nuevamente, pero uno de los acusados la agredió y le exigió que pagara 10.000 dirhams para dejarla ir. Entonces, pidió ayuda a un cliente y pudo llamar a la policía.
Según los documentos oficiales, un equipo de detectives llegó al sitio y detuvo a los que regentaban el burdel y utilizaban a jóvenes de diversas nacionalidades. En el interrogatorio, los delincuentes confesaron los cargos y señalaron que uno de ellos creó una página en Facebook para atraer a las jóvenes y vendérselas al segundo y tercer acusado, quienes solían quedarse con ellas y obligarlas a trabajar como prostitutas.
