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viernes. 03.10.2025

El docente, en su función de orientador, centraliza su interés en la personalidad del individuo, además, hace énfasis en el área personal-social, con una visión holística y desde un abordaje biopsicosocial.

El docente orientador es un elemento vinculante entre las necesidades individuales de los estudiantes y las necesidades globales de la sociedad. Actualmente, aunque la institución educativa conforma el centro de la educación dirigida, la familia sigue ejerciendo la educación directa que recibe el estudiante, por parte de los diferentes grupos sociales. Por consiguiente, el docente orientador no debe considerar sólo el aspecto personal sino abarcar también el contexto social y atender esa relación individuo-sociedad, debido a que existen factores de orden extrínsecos o intrínsecos que pueden obstruir en un determinado momento en el ser humano. Asimismo, cobra fuerza las competencias que debe desarrollar el docente en su rol de orientador.

Existen siete principios que sistematizan la acción orientadora desde el marco contextual, estimulador del desarrollo y del aprendizaje del estudiante, estos son:

  1. Es para todos los estudiantes.
  2. Debe definirse a los estudiantes en todas las edades.
  3. Se debe aplicar a todas las áreas del desarrollo del estudiante.
  4. Estimula el descubrimiento y desarrollo del ser humano.
  5. Debe ser una tarea cooperativa en la que se comprometen el estudiante, los padres, los docentes en su rol de orientador, los docentes especialistas, el director y el orientador.
  6. Se debe considerar como parte principal del proceso total de la educación.
  7. Debe ser responsable ante el individuo y sociedad.

El aula es el lugar del aprendizaje que le brinda la oportunidad a cada estudiante de incorporar nuevos conocimientos y experiencias. Además, es un espacio de interacción para la función socializadora. El estudiante aprende en la medida que el docente de aula, en su rol de orientador, promueve el aprendizaje significativo, a partir de experiencias de reflexión y aplicación de estrategias que le permitan la construcción del conocimiento y el docente orientador atenderá la calidad y diversidad de las experiencias sociales. En el marco de la educación formal se encuentran como protagonistas el estudiante, el docente orientador y la familia. El estudiante generalmente estudioso como un ser activo, propositivo y capaz, dispuesto a construir sus conocimientos y experiencias. El docente en su rol de orientador, debe partir de la idea de un estudiante activo que aprende de manera significativa que aprende a aprender y a pensar. Cabe destacar, que la interacción que se desarrolla en el aula es un proceso en movimiento.

Sin embargo, el orientador en el aula y el docente-orientador deberán unirse a una actualización que permita responder a las demandas de las reformas educativas. Enriqueciendo el proceso educativo, exigiendo una actitud positiva de parte de todos los entes involucrados en el hecho educativo, entre los cuales se encuentran la institución educativa, la familia y la comunidad. Además, el protagonista de éste proceso es el estudiante, si bien el aprender es responsabilidad de él, la promoción del aprendizaje corresponde en gran medida al docente en su rol orientador.

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Ruth Mujica es directora de Docente 2.0
www.ruthmujica.com
Twitter: @mujicas
Facebook: https://www.facebook.com/docente2.0

El docente orientador