Después de un referéndum que ha causado sorpresa en los dos bandos implicados y ha sido noticia de actualidad en todo el mundo, son muchos los que se preguntan si su situación se ve o verá afectada de alguna manera por la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Aún no se han apagado las brasas del incendio provocado por la consulta celebrada en el Reino Unido sobre su permanencia o no en la Unión Europea, donde con una mayoría de casi el 52% ha ganado la opción de “abandonar”, y las incógnitas sobre el futuro de los mercados financieros y la repercusión en el dinero de las familias siguen en el aire.
El efecto más inmediato lo sufrieron los mercados de divisas y tipo de cambio. El valor de la Libra Esterlina o ‘Pound’ cayó más de un 10% frente al Dólar americano. ¿Qué quiere decir esto? Buenas noticias para aquellos que ganan en USD y tienen intereses en el Reino Unido y malas para aquellos que reciben rentas en el Reino Unido y pretenden gastarlas fuera. Es, desde el punto de vista del poder adquisitivo, un buen momento para invertir en inmueble en el Reino Unido (si bien por otro lado el impacto del propio Brexit puede afectar negativamente a la demanda de pisos y hacer que baje su precio en el corto-medio plazo) o para contribuir a planes de ahorro o inversiones en Libras. Peor momento es por ejemplo para las personas que reciben su pensión en la moneda británica y viven en el extranjero.
Pero no solo el Pound se vio afectado. El Euro, tradicionalmente valor refugio junto al Dólar, también cayó más de un 5%, y las previsiones para los próximos meses/años es que siga en valores bajos. Muy pocos son los que ven una futura paridad con el Dólar si bien la mayoría estima que se moverá entre 1,05 y 1,10 Dólares por Euro. Las consecuencias son parecidas: para los expatriados será más barato contribuir al repago de cuotas de deudas en Europa (hipotecas o préstamos por ejemplo, con el añadido de que los tipos interbancarios que afectan a la parte de interés de las hipotecas seguirán a niveles bajos históricos), será más ventajoso contribuir a planes de ahorro en Euros y la capacidad adquisitiva para la compra de inmuebles será mayor, aunque al igual que en el caso del Reino Unido, puede ser un arma de doble filo ya que la demanda interna será baja por la inestabilidad y los precios de la vivienda pueden estancarse o incluso bajar (especialmente en España, donde el paro juvenil afecta de lleno al sector de población encargado de generar la demanda futura).
Desde el punto de vista inversor y obviando la capacidad adquisitiva que resulte de los efectos del tipo de cambio, el Brexit ha creado una ventana de oportunidad muy interesante ya que los mercados están baratos y, si no se buscan rendimientos en el corto plazo, las ganancias son mucho más probables que invertir en tiempos de bonanza. Por equipararlo a una situación cotidiana es la diferencia entre ir a comprar en rebajas o hacerlo cuando no hay descuento. El inversor hoy en día se encuentra en periodo de “rebajas”. Planes de ahorro y pensión, planes de educación, inversiones en fondos de inversión, etc. son vehículos mucho más atractivos hoy de lo que lo eran hace dos semanas, especialmente ante la certeza de que los depósitos bancarios seguirán arrojando intereses mínimos o nulos ya que los principales Bancos Centrales han anunciado planes para mantener los tipos de interés a niveles mínimos o incluso negativos, sin que se pueda esperar que esta situación cambie en los próximos años.
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