Con los minaretes de mezquitas y un campo petrolero en medio del desierto como telón de fondo, Bahréin anunció este jueves que había inaugurado la iglesia católica más grande de la península Arábiga.
El Vicariato Apostólico de Arabia del Norte, que incluye los países de Bahréin, Qatar, Kuwait y Arabia Saudita, cuenta con unos 2,5 millones de católicos que son en su mayoría trabajadores migrantes de diversas nacionalidades.
Con el fin de brindarles una mayor atención pastoral, el Obispo Camillo Ballin, que falleció en el año 2020, inició el audaz proyecto de construir una catedral bajo la advocación de Nuestra Señora de Arabia, patrona del Golfo Arábigo.
La Catedral de Nuestra Señora de Arabia, situada en la ciudad de Awali (Bahréin), fue consagrada este viernes por el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; junto con el arzobispo Eugene M Nugent, nuncio apostólico para Kuwait y Bahréin; así como monseñor Paul Hinder, Administrador Apostólico del norte de Arabia desde el fallecimiento de monseñor Ballin en mayo de 2020.
Ayuda a la Iglesia Necesitada, uno de los promotores del proyecto, informó que el jueves, un día antes de la consagración, el rey de Bahréin, Hamad Bin Isa bin Saman Al Khalifa, inauguró el complejo. El monarca ha sido uno de los grandes promotores del proyecto y donante del terreno de 9.000 metros cuadrados.
El padre Saji Thomas, jefe del proyecto y párroco de la nueva catedral, aseguró que “la gente está muy alegre y entusiasmada esperando ese momento histórico de la inauguración y bendición de la catedral. Pero echamos mucho de menos a nuestro obispo Camillo Ballin”.
Además, el sacerdote aseguró que esta catedral es “un ejemplo paradigmático de la armonía religiosa y la tolerancia del Reino de Bahréin y un gran ejemplo de coexistencia pacífica para el mundo”.
La catedral de Nuestra Señora de Arabia, con capacidad para unos 2.300 fieles, tiene por objetivo acoger a la pequeña comunidad católica del país del Golfo, mayoritariamente musulmán.
