Las Fuerzas de la Coalición Árabe lideradas por Arabia Saudita se han dirigido a una reunión de líderes hutíes en Beit Al Faqih, Hodeidah, matando a decenas de los golpistas.
La operación, que siguió las reglas típicas del combate, se produjo después de que la Coalición recibiera informes de inteligencia confirmados sobre un ataque terrorista planeado por las milicias alineadas con Irán.
Los informes de campo confirman que las milicias continúan perdiendo grandes cantidades de combatientes en diferentes frentes de batalla, con cientos de ellos que ya huyen en masa junto con su equipo militar, dejando a los comandantes rebeldes sin otra opción que obligar a los desertores a regresar a los frentes de batalla, donde ya están perdiendo la capacidad de movilizar más elementos después de las grandes pérdidas que han sufrido en sus luchas con las Fuerzas de la Resistencia Yemení conjuntas.
