Un africano que transportaba 600 gramos de estupefacientes en su maleta y que alegó que pertenecían a otra pasajera a bordo del mismo vuelo, ha sido condenado por el Tribunal Penal de Dubai a diez años de cárcel seguidos de la deportación y multado con 50.000 dirhams.
El caso se remonta a noviembre del año pasado cuando un inspector de aduanas en el aeropuerto de Dubai descubrió tres rollos sospechosos de ser narcóticos dentro de la maleta de un africano que llegaba a Emiratos Árabes Unidos.
Según su testimonio en las investigaciones, el inspector de aduanas dijo que el escáner de equipaje mostró que había algo anormal en el equipaje del africano.
En consecuencia, le preguntó al africano si tenía algún material prohibido dentro de la maleta, pero este último lo negó.
Cuando comenzó a registrar manualmente la maleta del africano, el inspector de aduanas encontró tres rollos que pesaban 600 gramos sospechosos de ser marihuana.
Los materiales confiscados fueron remitidos al laboratorio forense y el imputado a las autoridades competentes.
En el interrogatorio, el imputado negó haber traído el material incautado, y declaró que recibió la maleta de manos de su novia, que iba a bordo del mismo vuelo.
La novia le pidió que llevara su maleta y la registrara a su nombre con el pretexto de que no conocía los procedimientos y aceptó hacerlo pero negó saber lo que contenía la maleta.
El tribunal creyó que la negación del acusado estaba destinada a evitar ser acusado y eludir el castigo.
