El Tribunal Penal de Dubai juzgó en ausencia a un chino por contratar a una banda para asesinar a un compatriota.
El cuerpo fue descubierto por una pareja británica que paseaba a sus dos perros en la urbanización Damac Hills 2. Los perros ladraron fuerte y corrieron hacia una bolsa de plástico negra en un zona arenosa. Al encontrar un cuerpo en la bolsa, la pareja llamó inmediatamente a la policía.
Los oficiales acudieron al lugar y trasladaron el cuerpo a un laboratorio forense. Averiguaron que el fallecido era de origen chino y lo mataron a golpes.
Se formaron equipos del CID para investigar el caso e interrogaron a otras cuatro personas de la misma nacionalidad, que estaban en contacto con el principal sospechoso. Admitieron que el acusado les había dicho que había contratado a una banda para que tras instalar un rastreador GPS en el coche de la víctima, lo secuestraran y asesinaran. Alegaron que el motivo fue que la víctima lo había traicionado.
Las investigaciones policiales revelaron que el acusado había entrado ilegalmente en Emiratos Árabes Unidos para cometer el delito y luego huyó a Tailandia. La policía inició una persecución de la banda que cometió el crimen y remitió el caso a la fiscalía. El caso ahora ha sido remitido al Tribunal Penal de Dubai, que juzga a los acusados en rebeldía.
