martes. 23.04.2024

La baja letalidad del Covid-19 en Emiratos Árabes Unidos ha llevado a muchos a hablar del ‘milagro’ emiratí. Un médico español, Jesús Díaz-Guijarro Hayes, que trabaja en Abu Dhabi, ha intentado describir las claves que pueden explicar estos datos, apuntando a la buena gestión sanitaria que se está desarrollando en el país árabe.

En un artículo publicado en el periódico español La Razón, Díaz-Guijarro ha recordado las principales medidas adoptadas por Emiratos Árabes Unidos desde que empezó la crisis del coronavirus, llamando la atención sobre la rapidez en la toma de decisiones. Así, cuenta, nada más aparecer los primeros casos graves, se cerraron colegios, cines, restaurantes y grandes superficies comerciales, preparándose los hospitales públicos para la pandemia. “Se crearon centros para hacer PCR a toda la población que quería y en la zona de clínicas de mi hospital, Sheikh Khalifa Medical City (SKMC), se crearon tres clínicas aisladas para los pacientes Covid sin sintomatología importante”, cuenta el español. Poco después, se impuso un toque de queda de 20:00 a 06:00 “para desinfectar las calles” y “el personal sanitario pedía permiso para ir a trabajar a través de una app de la policía”.

Desde el primer momento, explica, se implantaron medidas para la entrada en Abu Dhabi como realización de PCR y cuarentena controlada. Y “desde el principio” el personal sanitario recibió los equipos de protección adecuados. “A todo el personal en contacto con estos pacientes se nos ofreció ir a vivir a hoteles pagados por el Gobierno para evitar el contagio de las familias, e hicieron obligatoria la realización de un PCR cada 14 días”, cuenta, explicando también que “como se cerró la cantina se repartió comida gratis a todo el personal tres veces al día y se distribuían botellas de agua continuamente”.

Además de la adopción rápida de medidas y la protección de los sanitarios, otro factor clave a la hora de explicar la baja letalidad del Covid-19 en EAU es la forma que ha tratado cada positivo detectado, que era derivado a aislamiento en su domicilio, en un hotel medicalizado o en un hospital Covid según su gravedad. “Aquí debo remarcar que se revisó en persona al 100% de los positivos, independientemente de su severidad”, señala el médico español, narrando que existen diferentes protocolos dependiendo de la severidad, patologías previas y edad del paciente, que oscilan “desde una revisión básica, a estudios con TAC de tórax, electrocardiograma y análisis de sangre más complejos para casos más severos, con patología previa o mayores de 60 años”.

Los pacientes, prosigue Díaz-Guijarro eran revisados a diario, por teléfono los que estaban en casa o por personal sanitario los que estaban en los hoteles y en los hospitales. “Mi hospital se transformó en una UVI/alta dependencia gigante: de 25 camas en intensivos se pasó a 80 y se crearon 250 camas de alta dependencia” y “en el departamento de Emergencias se pusieron mamparas de cristal en todos los cubículos para aislarlos, con purificadores de aire en cada uno”.

Según este médico español, la coordinación entre diferentes especialistas también está resultando clave a la hora de tratar a las personas afectadas ya que “el tratamiento de los casos más severos lo llevaron en equipo los internistas, intensivistas, anestesistas y emergenciólogos”. En este sentido, Díaz-Guijarro defiende la importancia de contar con la especialidad de Emergencias, que no existe en España, porque “la inmediatez que da el tener estos especialistas, capaces de estabilizar a pacientes con cualquier patología, fue básica en muchos casos donde el paciente llegó prácticamente en parada respiratoria/cardiaca y que fueron estabilizados en minutos”.

Díaz-Guijarro también ahonda en su artículo en la administración de la vacuna Sinopharm, que se ha estado probando con éxito en voluntarios y que, desde hace un mes, se administra de forma voluntaria al personal de Emergencias y fundamental y sus familias.

Díaz-Guijarro, que espera que todo lo aprendido sirva para mejorar la respuesta ante situaciones como esta, ha admitido también en su artículo echar en falta “una interrelación entre los políticos y la creación de comités científicos internacionales que ayudaran a paliar los efectos de esta pandemia”. Esa comunicación, ha apuntado, sí que se ha dado entre sanitarios “de distintas especialidades y países” lo que ha ayudado a “al desarrollo de protocolos y guías terapéuticas a una gran velocidad”.

Desvelado el ‘milagro’ del Covid-19 en Emiratos
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