Un asiático nunca imaginó que una simple visita a la casa de un amigo terminaría con su detención y remisión por cargos de consumo de drogas: primero a la Fiscalía de Dubai, luego al Tribunal Penal.
Resultó que la vivienda de su amigo estaba siendo vigilada por Antinarcóticos, luego de que la policía recibió un aviso sobre la posesión de sustancias ilegales. El amigo, que aún no estaba allí, le había pedido al asiático que lo esperara en la casa.
Fue entonces cuando el equipo allanó la residencia y encontró al asiático, que parecía estar bajo la influencia de drogas en ese momento. Fue detenido y el Ministerio Público emitió un permiso para obtener una muestra de prueba de drogas.
El análisis demostró que el hombre efectivamente había consumido sustancias ilegales. Según un informe de la Dirección General de Pruebas Criminales, en ese momento se encontraba bajo los efectos de dos compuestos prohibidos. Además, confesó haber tomado los narcóticos justo antes de su arresto, pero afirmó que nunca antes había sido detenido o sentenciado en casos similares.
Tras una investigación, el asiático confesó el delito y pidió clemencia. Fue condenado y sentenciado a una multa y deportación.
