viernes. 29.03.2024

La VII edición del foro 'Educación y Habilidades Mundiales' (GESF 2019), una iniciativa de la Fundación Varkey, dio comienzo el pasado sábado en el hotel The Atlantis de la Palmera de Dubai, con una petición por parte del grupo étnico de Myanmar Rohinyá para apoyar la educación de los niños refugiados.

El organizador de las reuniones por la paz y coautor de 'Yo soy Rohinyá', Ahmed Ullah, y el director de la primera escuela Rohinyá en Canadá, Zainab Arkani, dijeron a los asistentes al foro que la educación de los niños en la única forma de reconstruir sus vidas.

Bajo el lema '¿Quién está cambiando el mundo?', el GESF 2019 reúne a más de 2200 delegados de 144 países, quienes están discutiendo los mayores desafíos del sector educativo y de la sociedad a través de 124 sesiones.

Siete ex jefes de estado y 40 ministros de Educación asisten al foro, además de activistas, filántropos, desarrolladores tecnológicos, que están dando forma al mundo con nuevas voces, ideas y tecnologías.

La sesión fue inaugurada por el vlogger y presentador de 10 años de edad Braydon Bent, quien destacó cómo la educación y el papel de los más jóvenes está cambiando el mundo. También apuntó que las tecnologías están avanzando a la velocidad de la luz y la educación debe seguir este ejemplo o quedarse atrás.

También participaron en la inauguración el atleta discapacitado Mark Pollock, la emprendedora Mina Guli y el empresario africano Kennedy Odede. Los tres tuvieron un debate sobre la importancia del optimismo realista y el poder del individuo para resolver problemas colectivos.

Por su parte, el presidente de la Fundación Varkey, Vikas Pota, abordó la crisis de aprendizaje global a la luz de los recientes incidentes terroristas y desastres naturales. Aquí expresó que los gobiernos deben enfocarse en las bases, cambiar el sistema educativo y hacer que los niños acudan a las escuelas.

“Ningún sistema educativo puede conseguir mejores resultados que los profesores. Mejorar los resultados del aprendizaje es lo más importante que haremos, y solo podemos hacerlo cambiando la actitud de los maestros”, manifestó.

El impulsor de la Fundación Varkey y el GESF, Sunny Varkey, destacó la necesidad de promover el estatus de los docentes en la sociedad y poner en el centro del diálogo la educación. “Respetar a los docentes no solo es una moraleja importante, debe ser esencial para resultados positivos”.

Asimismo señaló que “el estatus de los docentes en la sociedad está directamente relacionado con los resultados de los estudiantes en las aulas. Hoy, la educación está en una encrucijada; se ha lanzado al aire y no sabemos dónde caerán las piezas. Hay, sin embargo, algo en lo que podemos confiar, la educación cambiará más en los próximos cincuenta años que en los últimos mil, y en los próximos cincuenta años, cambiará de manera que influirá en los próximos mil”.

Refiriéndose a los nuevos puestos laborales, señaló que “requerirán creatividad, resolución de problemas, negociación e inteligencia emocional. Darle a cada niño una buena educación es ahora una necesidad urgente, y no hay tiempo que perder”.

En este sentido manifestó que “necesitamos una gran educación que enseñe a los jóvenes a distinguir la verdad de las exageraciones y la diferencia entre un argumento equilibrado y un arrebato cínico en las redes sociales. Necesitamos una gran educación que enseñe a los jóvenes a ver el mundo desde otro punto de vista”.

Los ponentes Rohinyá Ullah y Arkani narraron sus historias de lucha y desesperación. Ullah pasó los primeros 15 años de su vida en un campamento antes de ir a Canadá, contó su experiencia sobre cómo fue expulsado de la escuela cuando era niño. “No queremos nada más, sólo educación para nuestros hijos, sino la generación Rohinyá se perderá”.

Arkani experimentó discriminación sistemática cuando estudiaba en Myanmar, pero completó sus estudios universitarios y ayudó a rescatar a personas Rohinyá que se encontraban atrapados en la frontera entre Tailandia y Myanmar. Hoy en día, la ciudadana canadiense continúa realizando actividades de promoción y trabajo comunitario.

“Tenemos suficiente simpatía, empatía y donaciones. Lo que necesitamos es educación y formación profesional para los niños Rohinyá. Ayúdenos en nuestros esfuerzos para levantar la primera generación educada de un pueblo analfabeto”, apuntó.

El director senior de Estrategia y Comunicaciones de la ONG Brac, Asif Saleh, dijo que Bangladesh abrió sus puertas a más de 700000 refugiados Rohinyá y brindó apoyo de emergencia.

“El mayor desafío ahora es garantizar que los niños tengan acceso a la educación y capacitación en habilidades o corren el riesgo de perder una gran generación de personas”, señaló. 

La educación de los niños Rohinyá, centra el discurso del foro 'Educación y Habilidades...
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