Naciones Unidas ha exigido la liberación inmediata de dos trabajadores de la organización retenidos por los rebeldes hutíes en Yemen y ha expresado su preocupación por su situación después de seis meses sin noticias de ellos.
La petición la han llevado a cabo en una declaración conjunta la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos con motivo del Eid al-Fitr este año.
En concreto, han sido director general de Naciones Unidas, Audrey Azoulay, y la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
La demanda es la "liberación inmediata de sus dos empleados", quienes fueron capturados a principios de noviembre del año pasado en Saná.
"Aunque el movimiento Ansar Allah confirmó repetidamente en noviembre que los liberaría de inmediato, aún se desconoce su paradero y la UNESCO y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos están preocupados por su seguridad", consta en el comunicado.
El personal de Naciones Unidas tiene inmunidad en el desarrollo de sus funciones en virtud del derecho internacional.
