Un hombre que gritó insultos blasfemos en su antiguo lugar de trabajo fue sentenciado a tres meses de prisión y multado con 500.000 dirhams.
El 23 de julio, el acusado marroquí, de 36 años, irrumpió en una oficina en Al Rashidiya, donde solía trabajar, y exigió ver a su antiguo jefe.
Tres miembros del personal le dijeron que no sabían dónde estaba, pero el acusado manifestó que no les creía.
“Se puso furioso y comenzó a insultar nuestro honor usando un lenguaje grosero. Luego comenzó a maldecir a Dios”, detalló un empleado sirio.
Los tres testigos denunciaron al hombre en la comisaría de policía el mismo día.
Los agentes arrestaron al marroquí y el Tribunal Penal de Dubai lo acusó de blasfemia.
“Juro en nombre de Dios que nunca blasfemé. Soy musulmán", alegó el acusado.
El lunes, el tribunal lo condenó por blasfemia a tres meses de prisión seguidos de la deportación. También fue multado con medio millón de dirhams.
